Después del horrible susto que nos dio nada más nacer, es una maravilla ver al pequeño Omar así de bien
Está creciendo, sano y fuerte al lado de su madre, Raisa, y junto al resto de su familia. Además, tiene como compañero de juegos a Rigoberto, el otro bebé que vino de Albacete. Los dos son la alegría del grupo y unos torbellinos
Es la primera vez que Raisa puede disfrutar de su maternidad, sin miedo a que le arrebaten a su bebé. Ella es una madraza que está continuamente pendiente de él y, cuando ve que nos acercamos o él viene a saludarnos, ella lo sigue y se pone delante de nosotros, dando fuertes palmadas en el suelo con sus manos, en señal defensiva.
En breve pasarán a vivir con el resto de la familia de ovejas y cabras, felices todas para siempre
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