Todas las mañanas, al salir el sol, abrimos su dormitorio y salen con una alegría que contagia a los demás. Es todo un espectáculo verlos por la mañana. Duermen a resguardo porque hay peligro con los depredadores que hay en la zona, como zorros y garduñas.
Lo primero que hacen es ir directos al estanque que tienen y a los comederos, eso si, sin parar de parlotear todo el rato.
Los patos y las ocas son de los animales que más sufren en la industria alimentaria. Son usados por su carne, sus plumas y por el hígado, para la obtención del foie, una de las prácticas más crueles a los que les sometemos.
Ojalá llegue el día en que todos tengan la misma suerte que tienen los que viven en el Santuario ❤️
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