Una lección de amistad
Las imágenes hablan por sí solas, Chloe es una enamorada de los gatos y en cuanto ve a María José va corriendo a incordiarla, tanto le puede dar por chuparle una oreja como por hacerle cabecitas.
María José que está más que acostumbrada a los bebés tiene toda la paciencia del mundo con Chloe y, como podéis ver, se empata a jugar con ella en el jardín. Cuando se cansa del ajetreo se sube a algún sitio alto y Chloe se la queda mirando anonadada.
Es normal, María José ya tiene sus años y no puede seguirle el ritmo a esta bebé.
Siempre que vemos en el Santuario estas amistades interespecies nos emociona y nos hace reflexionar. Somos los humanos los que creamos las diferencias, entre nosotros y con el resto de las especies. Cuánto podríamos aprender de ellos acerca del amor puro, la amistad y la vida?
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