Cirilo es un carnero con una historia difícil, tanto, que sintiéndolo mucho, no vamos a explicarla porque para hacerlo haríamos daño a algunas personas.
Lo que sí podemos contar es que vivía encerrado en un lugar muy pequeño, que sus condiciones no eran adecuadas, y necesitaba nuestra ayuda.
Gracias de corazón a la persona que lo tenía, por querer cambiar y cederlo a Fundación Santuario Gaia. Todos cometemos errores, lo importante es darnos cuenta e intentar solucionarlos.
¡Bienvenido a la familia Gaia!