Este es el momento, como cada atardecer, en el que llegan las vacas y toros de pasar el día en los prados. Hay días que viene más y otros menos, pero los que que nunca suelen faltar son Valetín, Cristian o Savi.
La suerte que tienen los animales que viven en el Santuario es que ellos pueden decidir lo que quieren hacer en cada momento. Esa libertad es lo que hace la diferencia 🙏
Nos encanta ver lo contentos que se ponen y las ganas de jugar con las que terminan el día ❤️