Hoy tenemos el corazón roto en el Santuario, ha sido un día durísimo, Mercé nos ha dejado.
Ha sido todo muy inesperado, ayer José, que como sabéis es el cuidador principal de las vaquitas, la vió inquieta y con un comportamiento raro.
Esta mañana cuando le fuimos a tomar la temperatura de pronto estaba bajísima y con una respiración que indicaba dolor, ella que siempre ha sido genio y figura se dejó poner el termómetro sin problema, estaba acostada con su mamá Nuria a su lado. Las fotografías son de ese momento, poco antes de morir
No tenía fiebre pero estaba claro que algo serio le estaba ocurriendo y enseguida llamamos a Irati.
De repente Tina se puso muy nerviosa, la hizo levantarse y bramaba todo el tiempo, no podemos más que pensar que ella sí sabía lo que le estaba ocurriendo.
Mercé se levantó, dió unos pasos y cayó para siempre, al menos se fue rápido. No nos lo podíamos creer, en ese momento llegó José que traía las vallas para separarla y encontró ya a su Mercé sin vida. Así de rápido sucedió todo.
Los veterinarios piensan que lo más probable es que haya sido una torsión de abomaso, nada podríamos haber hecho.
Mercé llegó de bebé con su madre y 14 compañeras más, víctimas del maltrato de un decomiso de Galicia hace 9 años , un caso terrible.
Nos consuela saber que han podido disfrutar madre e hija juntas de una vida sin sufrimiento, eran inseparables,y la Mercé siempre tan “rabudiña” nos miraba con esos ojazos curiosos cuando nos asomamos por los prados.
Ha sido un duro golpe, para nosotros y para su mamá que estuvo todo el rato a su lado. No tenemos palabras para describir el sentimiento de impotencia y tristeza que nos inunda hoy.
Mercé pequeña, nos gustaría pensar que te has encontrado con Samuel, Izadi, Maia, Marta y toda la tropa al otro lado. Aquí dejas tu recuerdo y tu enorme presencia, te queremos muchísimo y jamás te olvidaremos galleguiña