Hemos plantado el abeto de Navidad en la zona donde viven Liam y Miguelito y parece ser que les ha encantado. Es más, nos han ayudado a hacer el agujero y para prueba los restos de tierra que tiene Liam en su morrito. Después del duro trabajo, se ha pasado el resto del día tumbado junto al abeto, como protegiéndolo. Seguramente estará pensando en la buena sombra que le dará cuando sea grande. Tan orgulloso estaba de su trabajo, que no ha dudado en posar así de guapo y simpático. Liam espera que esta foto os saque una bonita sonrisa y que tengáis todos un bueno comienzo de semana ❤