Pues Adriel y Federico iban a morir por lo contrario, por esa falta de amor.
Los humanos tenemos la capacidad de cambiar todo a nuestro beneficio, y sus nacimientos ya habían sido programados por la industria de la carne para que nacieran en estas fechas, y que sus cuerpos sin vida adornaran las mesas en Navidad.
Hemos convertido una fecha tan importante como es la celebración del nacimiento del Hijo de Dios, en una gran matanza de inocentes. Una fecha en la que se debería celebrar la vida, lo hacemos matando más que nunca.
Si realmente quieres que en estas navidades nazca en tí el verdadero AMOR, comienza dejando a los demás animales fuera de tu plato.