Samuel es un toro que fue rescatado cuando tenía 4 días de vida. Nació en una granja lechera de Girona, y como ocurre con todos los que nacen machos, iba a ser enviado al matadero, ya que no es rentable para la industria láctea, criar a un macho porque no va a dar leche con la que poder comercializar.
Las vacas son inseminadas artificialmente cada año para que den a luz a un hijo y así puedan dar leche, porque si una vaca no pare, no da leche como les pasa también a las humanas y al resto de mamíferas.
En cuanto dan a luz les quitan a sus hijos y los encierran en jaulas para que no se beban la leche que va a ser vendida a los humanos. Las madres gritan llamando a sus hijos y los hijos lloran llamando a sus madres. Un sufrimiento causado por el consumo de leche.
Por suerte Samuel acabó en Fundación Santuario Gaia y nunca ha sido explotado ni maltratado, y eso se nota en su carácter. Ama a quienes lo cuidaron desde pequeño, y sus padres humanos confían plenamente en él, por muy grande que sea ahora.