El domingo 21 de septiembre nos tuvimos que ir de urgencias a las 21 horas hasta Barcelona con Alberto, porque no se levantaba y tenía dolores fuertes. Cuando llegamos a la clínica se tuvo que quedar ingresado con suero intravenoso y antibiótico, hasta que llegaran los resultados de las analíticas, que confirmaron lo que pensábamos, una infección bacteriana. Su estado durante esos días ha sido muy grave, con temperatura muy alta y en shock.
En la mañana de ayer martes 23, al llamar a la clínica para preguntar por Alberto nos pusimos muy tristes, ya que nos contaron que había empeorado y que seguramente no aguantaría hasta el medio día.
Estábamos llorando en el Santuario por el estado de Alberto mientras hablábamos de su incineración, cuando de repente nos llamaron de la clínica para avisarnos que se había puesto en pie en la jaula de hospitalización. Cuando por la tarde fueron los fundadores del Santuario a visitarlo, se llevaron otro susto, ya que les avisaban que tenía disnea. Al entrar a verlo empezaron a llamarlo por su nombre y respondió levantándose y bebiendo. Estuvo un buen rato paseando mientras recibía los mimos de os fundadores.
Esta tarde le dieron el alta veterinaria a Alberto y los voluntarios del Santuario se organizaron entre todos para ir a por él y traerlo a su hogar. Ahora está en la habitación donde duermen los fundadores del Santuario, para estar pendientes de su evolución y atenderlo bien, ya que aún está débil y tiene un poco de fiebre.
Queremos dar las gracias a Els Altres – Clínica Veterinaria por todo el esfuerzo que han puesto en salvar la vida de Alberto, pero muy en especial al equipo de voluntarios del Santuario, que tanto están ayudando en estos momentos en los que los fundadores pasan por una situación familiar muy delicada. Gracias a Pedro Luna, Laura Sierra, Silvia Torreblanca y Leticia Manzano, por haber estado hoy tan pendiente de él y haberlo cuidado tanto.
