Amalia nació ciega y ahora disfruta viendo el hermoso paisaje que la nieve nos deja estos días en Fundación Santuario Gaia. Es muy emocionante para nosotros cada vez que miramos a Amalia a los ojos, porque los tiene tan perfectos que nos parece un milagro lo que ha pasado con ella. Los tenía completamente blancos, y caminaba guiándose por el sonido, ya que le hablábamos mientras caminábamos con ella o jugábamos para que hiciera ejercicio corriendo detrás de nosotros.
Conseguimos que sus ojos vieran por primera vez, y ahora vive feliz junto a Ramona que la ha adoptado como si fuera su hija, y no solo eso, sino que tiene dos hermanas que la adoran, Zuriñe que es hija biológica de Ramona y Henar que también ha sido adoptada por Ramona. Amalia iba a ser enviada al matadero por haber nacido ciega, pero ahora es feliz y ve, aunque cuando tampoco veía también era feliz, como lo son otros animales ciegos que viven en el Santuario. Esto pasa gracias a vuestra ayuda.