¿Qué opináis de estas dos bellezas? Es que Amalia y Zuriñe no pueden ser más hermosas. Desde hace unos días estamos juntando a Amalia con Ramona y su hija Zuriñe, de esta manera Amalia tiene una compañera de su edad y creará un vinculo con ella, que será para toda la vida. Las vacas tienen una estructura social muy familiar y necesitan estar acompañadas.
Amalia llegó al Santuario porque era ciega, nació con una enfermedad en los ojos y por eso no podía seguir en la explotación donde vivía. Como no querían enviarla al matadero, contactaron con nosotros para acogerla. Esa desgracia, es lo que le salvó la vida. Una vida que ahora es feliz en el Santuario.
Zuriñe nunca ha conocido la explotación ni el maltrato, ya que ha nacido en el Santuario. Su madre, Ramona, llegó con otras 3 vacas procedentes de Navarra, de un caso de grave maltrato animal, donde intervinieron las autoridades e hicieron el decomiso.