Como aun no confía del todo en nosotros, ha tenido que venir un veterinario especialista en fauna silvestre para sedarla en el Santuario con una cerbatana y así poder llevarla hasta la clínica veterinaria. Se ha quedado dormida muy pronto y el transporte ha sido muy tranquilo. La cirugía ha salido muy bien y ya está en el Santuario despierta y recuperada.
En cuanto se recupere del todo de la esterilización, la llevaremos a otro espacio de adaptación para que en un futuro pueda vivir con el resto de cerdos del Santuario.