Esta es la estampa que nos encontramos cuando abrimos por las mañanas el dormitorio donde duerme Valentí con el resto de ovejas de Murcia …¡nos morimos de amor! ?
Como sabéis, ya hemos hecho el traslado junto con el resto de ovejas y cabras del Santuario, pero aun tienen que pasar unos días conociéndose a través de las vallas para que se vayan habituando unos con otros y así sea más tranquila la adaptación. Por eso por la noche duermen en una habitación a parte.