Así nos encontramos por las mañanas a Nathalie y Alix. Para ellas haber nacido más pequeñas de lo normal ha sido lo que las ha salvado, de lo contrario, ahora seguirían en una granja de engorde para acabar en el matadero con 7 meses de edad. Tuvieron la suerte que se cruzó en sus caminos una veterinaria con gran corazón y que las salvó de ese destino tan cruel. Ahora viven tranquilas en Fundación Santuario Gaia, donde ya nunca les pasará nada malo y cuidaremos de ellas toda la vida.