Mirad este vídeo para que veáis como es una mañana cualquiera en la vida de las vacas y toros en Fundación Santuario Gaia. Todas disfrutan del buen tiempo que hace, unas comiendo, otras tumbadas al sol… en fin, disfrutando de su vida y haciendo lo que quieren. Así es como tendrían que vivir todas las vacas y no como lo hacen en las explotaciones, donde hemos creado un infierno para ellas.
Por ejemplo, Izadi se ha pasado toda su vida siendo inseminada para tener bebés y así producir leche que luego era para los humanos. Porque las vacas no dan leche sin haber dado a luz, lo mismo que sucede con las humanas. Muchos creen que las vacas producen leche sin más y por tanto no ven que lo que sucede en la industria láctea sea un maltrato. Seguramente porque es lo que nos quieren hacer creer y no nos proporcionan toda la información.
Las vacas son mamíferos, igual que los humanos, por tanto el estímulo para que las mamas produzcan leche es que la hembra se quede embarazada y en la última parte de la gestación es cuando se empieza a tener leche. Se sigue produciendo leche para amamantar a la cría, pero en las explotaciones les quitan al bebé al poco de nacer para que toda la leche sea destinada a los humanos. Como la producción de leche va bajando con el paso de los meses, se vuelve a inseminar a la vaca para que se vuelva a repetir el ciclo. Y así, año tras año hasta que la vaca está tan desgastada que ya no sirve y la envían al matadero.
¿Os imagináis que sucediera esto con los humanos?