Ya son 29 vacas, toros y terneros que viven en el Santuario, todos ellos rescatados de situaciones de abandono, maltrato o explotación, bueno, dos de ellos no, Savi y Zuriñe nacieron aquí porque sus madres fueron rescatadas estando embarazadas, y han tenido la inmensa suerte de no conocer lo que es el maltrato, y solo conocen el lenguaje del AMOR. Es muy bonito ver lo felices y tranquilos que viven, sabiendo que nadie les va a hacer daño. Algunos han vuelto a confiar en los humanos, otros no, pero sí se les ha ido ese miedo que tenían en sus miradas.
Os queremos dar las gracias a todos los socios y padrinos que seguís colaborando con nosotros a pesar de la situación que se está viviendo con el COVID. Sabemos que es un gran esfuerzo para muchos, y es por eso que os estamos muy agradecidos, porque sin vuestra ayuda, no podríamos seguir cuidando y rescatando a tantos animales que nos necesitan.