Durante 12 años Izadi estuvo privada de libertad, siendo explotada y maltratada. Le está costando mucho confiar en los humanos, pero es que si cualquiera de nosotros hubiese pasado por lo que pasó ella, tendríamos un trauma tan grande que sería muy complicado de superar.
Lleva muy poco tiempo con nosotros, pero poco a poco nos regala algunos gestos que nos emocionan, por eso os dejamos este vídeo que tan importante para nosotros. Las vacas en las granjas lecheras son inseminadas cada año para que tengan un hijo y que así produzcan leche, porque les pasa como a las humanas, que solo dan leche cuando tienen un hijo. Por eso mismo, cada año cuando tienen su bebé, les son robados y enviados al matadero para que no se beban la leche que va a ser vendida para consumo humano.
Doce largos años ha sufrido nuestra querida Izadi, viendo como sus hijos les eran arrebatados, mientras ella permanecía enganchada a una máquina que le sacaba la leche que tenía que ser para alimentar a sus hijos.