Desde hace un par de días veíamos que Sia estaba un poco más apática, no quería comer y había adelgazado. Ayer la llevamos a Els Altres – Clínica Veterinaria de Barcelona para que la visitaran. Le hicieron analítica de sangre y se ha visto que tiene el ácido úrico alto, que puede indicar un poco de deshidratación o algún problema renal. En la radiografía han visto una masa en la parte craneal de su abdomen, no saben si es un problema reproductivo o una neoplasia. Se ha quedado hospitalizada con suero intravenoso y tratamiento de soporte, esperando que se recupere un poco para poder hacer una laparotomía exploratoria y saber que es la masa.
La mayoría de los problemas que tienen las gallinas ponedoras son debidos a la producción de huevos. En condiciones naturales, la gallina primitiva hacía tres puestas al año de unos 12 huevos, pero el hombre la ha ido seleccionando genéticamente para que esta puesta sea mucho mayor. Actualmente las gallinas ponedoras tienen una producción de más de 300 huevos al año. ¿Os imagináis el desgaste que supone para su cuerpo esta barbaridad?. Esto acarrea que tengan problemas como retenciones de huevo, infecciones muy graves en el abdomen y descalcificación.
La industria del huevo es muy cruel, incluso las granjas denominadas ecológicas o de huevos camperos. Tanto si las gallinas viven hacinadas o en granjas con más espacio, cuando la producción de huevos descienden, son enviadas al matadero. Esto suele suceder con dos años de vida, cuando la esperanza de vida de una gallina puede ser de 10 años.