Bueno, no solo Borges, sino el resto de habitantes de Fundación Santuario Gaia. Son unos comederos chulísimos, todo de madera y con tejado por sí llueve. Además tienen una doble función que hemos ido descubriendo, aparte de usarlos para comer, les encanta a todos tumbarse debajo del tejado para descansar. Si es que no se puede pedir más, pueden comer y luego echarse una siesta sin moverse mucho
Borges es un cabrito que nació ciego. Su madre llegó, junto con otras cabras, de una explotación de Córdoba que cerraba y las querían matar. Él se ha criado con nosotros desde muy bebé y es uno de los cabritos más cariñosos que hay. Nos asombra la capacidad que ha tenido de adaptación, tanto, que muchas veces pensamos que ve
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