Zuriñe ya está recuperada y desde hoy ya vive con su madre. Hemos pasado unas semanas muy duras y muy preocupados por su estado de salud. Las diarreas en los bebés son muy peligrosas, porque se deshidratan muy rápido y pueden llegar a morir por ellas. Además, cada vez que la teníamos que separar de su madre, se nos partía el corazón. Pero ha merecido la pena y por fin ya pueden estar juntas. Lleva muchos días haciendo las heces normales y tolera muy bien la leche de Ramona
Esta experiencia nos ha servido para darnos más cuenta de lo crueles que llegamos a ser con los animales. Todo el sufrimiento que hemos visto en Ramona cada vez que nos llevábamos a su hija, se multiplica en las explotaciones cada vez que les roban los bebés a sus madres. Luego nos dicen que los animales no tienen sentimientos y que no sufren, pero esto es una manera de poder calmar nuestras conciencias.