Celia llegó al Santuario con pocos días de vida porque fue abandonada al nacer con malformación en sus manos, y Javi porque lo iban a matar por no poder caminar.
Los dos han tenido una oportunidad en Santuario Gaia gracias a vuestra ayuda, y aunque Celia aún no puede hacerlo sin nuestra ayuda, vamos a hacer todo lo posible por conseguir que la operen y ponerle una prótesis biónica que le permita tener una mejor calidad de vida.
Nuestras vidas están entregadas para devolverles el futuro que se les había arrebatado.