Ayer por la mañana los fundadores de Santuario Gaia se encontraron con un camión que acababa de parar en un matadero, y no pudieron evitar acercarse para pedirles perdón por lo que los humanos les estamos haciendo.
Sus miradas recuerdan a los cerdos que viven a salvo en el Santuario, y con el alma destrozada, Coque e Ismael no pudieron evitar las lágrimas ante tanto dolor. Son las mismas imágenes que se veían hace unos años cuando el holocausto judío.
Unos minutos más tarde se escuchaban sus gritos al bajarlos del camión para ser asesinados, y hoy ya están sus cadáveres en los supermercados.
En tus manos está cambiar el destino de los demás animales, hazte vegano y activista para conseguir acabar con la explotación animal. No pararemos de luchar hasta que la última jaula quede vacía.