Hoy hemos cambiado a Javi y a Patri de lugar porque mañana comenzamos a prepararles una nueva habitación a ellos y los demás habitantes del Santuario. Están llegando animales todas las semanas y ahora nos tenemos que centrar en habilitar bien el Santuario para todos los que han llegado, que son muchos.
Patri llegó al Santuario con pocos días de vida al haber sido aplastada por su madre que se encontraba en una jaula de gestación, como ocurre con todas las hembras en las granjas de cerdos. Son tan pequeñas que sin querer aplastan a sus hijos y muchos de ellos mueren. Patri tiene una lesión medular que le impide caminar, pero lo hace con la ayuda de una silla de ruedas que ya se le está quedando pequeña y hay que comprarle una nueva.
Javi también llegó al Santuario con pocos días de vida, ya que su madre que también estaba en una granja, estuvo dos días de parto sin ningún tipo de atención veterinaria y murió tanto ella como algunos de sus hijos. Cuando le cortaron el rabo a Javi y a uno de sus hermanos se le infectó y les pasó la infección al resto del cuerpo, por lo que dejaron de caminar. El ganadero mató al hermano de Javi de un porrazo contra el suelo, pero a Javi se le pudo rescatar a tiempo, ya que le iba a hacer lo mismo.
