Cada vez que fotografiamos a Daga e Itak nos regalan una imagen idílica, de cuento.
Los caballos, como muchos sabéis, son muy inteligentes y sensitivos, utilizan el lenguaje corporal, además de los sonidos, para comunicarse. Nosotros no dejamos de maravillarnos al ir conociendo estos increíbles seres.
Daga e Itak, tienen cada uno su carácter muy marcado, son madre e hijo y su vínculo es precioso. Ella es algo desconfiada mientras que Itak es más osado. No podemos evitar pensar que esto es debido a que Daga ha sido montada, a simple vista se puede saber por el arco de su columna.
Afortunadamente los anteriores “propietarios”pudieron ver que Daga es un ser sintiente y que no hay justificación alguna para usarla para montar, la querían de verdad y empatizaron con ella por encima de su propio disfrute.
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