En una historia sin precedentes, de supervivencia y esperanza a pesar de todo, un delfín cautivo antiguamente llamado Sampal ha dado a luz a una cría saludable después de encontrar su propio camino de regreso a su familia y a la libertad en el océano abierto.
La historia de Sampal comenzó en 2009, cuando accidentalmente capturado por pescadores de la costa de Corea del Sur. En lugar de devolverla al agua, según las disposiciones legales, a – quienes le capturaron hicieron lo impensable – la vendieron a un parque marino local que ofrece espectáculos de delfines.
Es allí que, durante casi cuatro años, Sampal languideció en una pequeña piscina donde se vio obligada a realizar trucos para el entretenimiento. Aunque fue minuciosamente despojado de cualquier apariencia de una vida natural, ella, nunca dejó perdió el anhelo de su vida en la naturaleza.
Afortunadamente, el indulto a su cautiverio se produjo en 2013, cuando, a instancias de los activistas por los animales, un alto tribunal de Corea ordenó que Sampal fuera liberada. Junto con otros delfines capturados, fue trasladada para comenzar los meses de rehabilitación para su liberación.
Sampal, sin embargo, no tenía interés en esperar. Meses antes de lo previsto, se escapó y desapareció mar adentro.
Aunque inicialmente existía la preocupación de que Sampal aún no había sido equipada con las habilidades necesarias para sobrevivir en el mar, éstas fueran pronto sofocadas. Apenas unos días después de escapar, fue descubierta a 60 millas de distancia, nadando con una manada que se cree es su familia de origen.
Sampal estaba finalmente en casa – pero su historia no termina ahí.
El mes pasado, un equipo de dos universidades de Corea comenzaron a verla de nuevo, sólo que esta vez se encontraba en compañía de una cría.
“Hemos visto a Sampal y a su bebé nadando en posición madre-cría muchas veces durante las últimos tres semanas”, el investigador Jang Soo-jin dijo a la agencia de noticias Yonhap. “Los estrictos criterios aplicados demuestran que son madre e hijo“
Se cree que es la primera vez que un delfín liberado de su cautiverio ha formado una familia en la naturaleza, y esta no tiene que ser la última.
Mientras que la descendencia de Sampal, esperamos que nunca conozca la triste vida que su madre tuvo que soportar, hay un sinnúmero de otras como ella en parques marinos en todo el mundo – todos ansiosos por superar el encarcelamiento y forjar sus propios nuevos legados de la libertad.
Fuente: TheDodo
(las imágenes no corresponden a Sampal)