Arna llegó al Santuario en octubre de 2013. La trajeron a la puerta del Santuario dentro de una mochila cerrada, y al darnos la mochila nos dijeron que dentro había una gallina que no sabían si estaba muerta.
Cuando abrimos la mochila la vimos a ella, aún con un hilo de vida pero con una herida muy grande en su espalda, así que rápidamente nos pusimos en marcha para poder salvar su vida. Los siguientes días fueron muy críticos, pero salió adelante y consiguió recuperarse.
Arna siempre ha destacado entre las demás gallinas por su cariño, quizás quería agradecernos el haberle salvado la vida, y no solo eso, sino el vivir sin ser explotada y en libertad, porque ella, como el resto de aves en el Santuario, van por donde quieren, para ellas no hay recintos porque su recinto es todo el Santuario.
Ayer por la mañana al abrir la puerta de la habitación donde duermen las gallinas, de entre todas, a Ismael López, uno de los cuidadores, se le fue la vista se fue hacia ella y la notó diferente a otros días, así que la cogió en brazos y vio que no se encontraba bien y empezamos a tratarla rápidamente. Esta mañana al levantarnos la hemos encontrado sin vida, momento en el que nos hemos quedado sin palabras, porque no nos esperábamos este final con Arna.
Después de todo el día y haber pensado mucho en ti Arna, tenemos que decirte que te queríamos mucho, que nos alegrabas las mañanas al verte. Has sido muy cariñosa con nosotros y nos has tocado siempre el corazón, eras especial y lo seguirás siendo. Gracias por todos esos momentos que nos has regalado a tu lado, por darnos la oportunidad de poderte mostrar que otra vida para vosotros existe, y que tanto nosotros como muchos de los que están leyendo esto ahora, no vamos a dejar de luchar por ti y por todos los que estáis siendo explotados y asesinados cada día.
Preciosa, y acompáñanos en esta lucha
Por un mundo vegano