Ayer nos quedamos sorprendidos al ver que las gallinas que más tiempo llevan en el Santuario, estaban todas dentro del gallinero. Al mirar que pasaba, vimos que Caponata estaba enferma y que todas sus antiguas amigas la estaban acompañando.
Estuvimos todo el día pendientes de ella, medicándola y la pusimos en un lugar apartado donde pudiera estar más tranquila pero finalmente por la noche nos dejó.
Ha sido un golpe muy duro, llevaba con nosotros muchos años, y como el resto de gallinas, también fue rescatada de una explotación.
Ella ha tenido la suerte de vivir en un Santuario donde ha tenido una vida feliz, nunca ha sido explotada y ha muerto de manera natural, no en un matadero para servir como alimento a los humanos.
Te echamos mucho de menos Caponata, hoy al ver que no estabas no hemos podido evitar las lágrimas.
Te queremos y nunca te olvidaremos, descansa en paz
Por un mundo vegano