Hoy es un día muy triste para todos nosotros. Esta mañana nos hemos encontrado a Estafanía sin vida en su habitación. No nos lo esperábamos ya que estos días la veíamos fuerte y cada vez más animada. No sabemos lo que puede haber pasado porque no tenía ningún síntoma y en la exploración veterinaria todo era normal, a parte de estar muy delgada y el problema en las extremidades. Tampoco sabemos nada de su vida ni sus antecedentes de salud, por lo que es muy difícil llegar a un diagnóstico.
Es terriblemente injusto que haya fallecido en el Santuario, donde ya estaba a salvo e iba a recibir todos los cuidados del mundo, cuando por fin iba a tener la vida que se merecía. Nunca nos acostumbraremos a estas pérdidas incomprensibles. Tan solo nos queda el consuelo de saber que no ha muerto sola, en la montaña, que por lo menos ha conocido el amor y el cariño.