Ayer por la tarde nos encontramos a Helga tumbada sin poder levantarse en los prados grandes, debido a un timpanismo agudo.
Ante la gravedad de la situación y mientras llegaba la veterinaria de los rumiantes, Coque como veterinario le tuvo que realizar una incisión en el abdomen para sacar todo el gas del rumen, ya que la presión estaba provocando que no pudiera respirar y se estaba muriendo.
Cuando llegó la veterinaria Helga ya se había recuperado pero seguía sin poder levantarse. Enseguida se le comenzó a administrar un gran volumen de fluidos por la vena para tratar la hipotensión, así como antiinflamatorios.
Esta mañana seguía sin poder levantarse pero se encontraba mejor, pero esta tarde volvió a empeorar y ya no pudimos hacer nada.
La veterinaria no nos ha sabido decir a que ha sido debido, ya que son muchas las causas que pueden provocarlo, y ella se alimentaba de hierba, descartando que haya sido por un problema de alimentación. La gravedad de esta situación es que debido al timpanismo se puede provocar un colapso general y aunque se haya sacado todo el gas, muchos órganos pueden haber quedado afectados.
Helga tenía solo 7 años, pero siempre nos ha sorprendido que su estado físico aparentaba mucho más que Rita, que tiene 20 años.
Su hijo Isaac no se ha apartado en ningún momento de su lado, incluso después de fallecer. Las 18 vacas y toros que vivían con ella se acercaban a cada instante para verla, y una de las que más lo hacía era Luna, que es la que cuida de todos.
Helga, cuida de todos nosotros desde donde estés, y danos fuerzas para seguir adelante, que tu pérdida ha sido un golpe muy fuerte y nos ha dejado hundidos.
Por un mundo vegano