Estamos destrozados, sin fuerzas, con un dolor tan grande que cuesta mucho seguir adelante. La tristeza nos ha invadido y nos cuesta hasta respirar. En éste último tiempo nos han dejado varios habitantes, y cada uno por causas diferentes, sin presentar ningún síntoma de enfermedad y yéndose de repente sin poder hacer absolutamente nada.
El lunes Jordina estaba perfectamente como siempre, activa, cariñosa y sin ningún síntoma de estar enferma como mucosidad, diarrea, fiebre o problemas respiratorios. Pero ayer martes por la mañana cuando fuimos a darle el desayuno no quiso comer y se quedó tumbada, así que como eso no era una actitud normal en ella y la veíamos apática, Coque como veterinario, le sacó sangre para comprobar qué le podía pasar, y le puso una vía con suero. Como vimos que no mejoraba, Coque e Ismael se fueron corriendo con ella de urgencia al veterinario, pero a los 5 minutos de llegar, Jordina fallecía sin poder hacer nada y sin entender que había pasado.
Ayer mismo se le hizo la necropsia para saber de que había fallecido, y el resultado fue por un colapso cardíaco, ya que tenía líquido alrededor del corazón (hidropericardio) y en los pulmones. Se están realizando estos días más pruebas para saber si tenía un problema cardíaco o si ha sido otra la causa.
Estos días están siendo muy duros para nosotros, muy difíciles de asimilar. Se han ido otros habitantes con pocos días de diferencia sin darnos tiempo a recuperarnos, y por causas diferentes:
Marina: Tenía un tumor en un pulmón.
Jaio: Tenía una perforación intestinal.
Tomás: Se le hizo la necropsia en la UAB y no supieron decirnos la causa de su fallecimiento.
Primavera: Por un parásito.
Paula: Muerte natural.
Amor: Los resultados de las pruebas que han llegado recientemente, indican que tenía una encefalitis incurable.
Natalia: Aún estamos esperando los resultados, pero todo indica a un problema renal.
Con todos, como siempre, hemos hecho todo lo que está en nuestras manos para salvarles la vida, sin escatimar en gastos ni en pruebas, y con todos hemos realizado necropsias para poder saber las causas de sus fallecimientos y así estar seguro que no fuese algo contagioso para los demás.
Jordina llegó al Santuario en mayo porque la encontraron en el bosque muy débil a punto de morir, y cuando llamaron a los Agentes Rurales, la solución que dieron fue darle un tiro. Nosotros nos ofrecimos para intentar salvarla y lo conseguimos, le hemos dado unos meses llenos de mucho amor, pero han sido muy pocos.
Ella tenía un vínculo muy especial con Ismael, con el que vivía desde que llegó. En cuanto escuchaba a Ismael llamarla desde lejos, salía corriendo hacia él y se quedaba inmóvil delante esperando a que la abrazara y la besara. Para ella era su padre, y para Ismael era su niña, la que tanto trabajo le costó salvarle la vida.
Ismael y Coque están hundidos, sin fuerzas. Tantas pérdidas juntas no son fáciles de llevar, y más cuando han sido animales que han costado tanto sacarlos adelante, creando vínculos tan fuertes con ellos, son sus hijos.
Pedimos a la vida que nos dé un respiro, que no es justo tanto dolor seguido, que no hay humano que resista tanto sufrimiento, que ya tenemos bastante con los problemas de cada día con las administraciones que solo saben impedir que sigamos haciendo nuestro trabajo. Sabemos que mientras más animales rescatemos, más muertes habrá, porque son animales con historias de abandono, maltrato y explotación, en las que muchos de ellos tienen muchas secuelas y arrastran problemas crónicos.
Jordina, gracias por estos meses que nos has regalado junto a ti. Siempre tranquila, desprendiendo paz, serenidad y amor. Cuidaste como nadie de Primavera, y una cosa que llamaba mucho de ti la atención, era tu humildad. Cuando veías que dábamos amor y cariño a otros habitantes, no venías a reclamarlo tú también, te esperabas apartada observando tranquila, con esa mirada llena de amor, y cuando terminábamos, entonces venías serena y nos mirabas con esos ojos que nos hipnotizaba. Eres un ser maravilloso que nos has dado una lección de humildad, sencillez y amor. Ahora podrás encontrarte con tu madre, a la que seguramente mataron unos cazadores. Te has ido entre nuestros brazos, besándote, abrazándote, y no de forma violenta como suelen hacer con los de tu especie.
princesa, un día nos volveremos a encontrar.
Por un mundo vegano