14dic2020.- Mari Carmen nos ha dicho adiós. Pero se ha ido de manera tranquila y sin avisar. Siempre ha mostrado buena salud pese a que arrastraba una terrible historia de maltrato. Ella llegó a Fundación Santuario Gaia hace más de 5 años. La habían abandonado estando embarazada en una montaña cerca de Barcelona. Al poco tiempo de nacer su bebé, el cabrito desapareció y ella se volvió a quedar embarazada. Cuando nació su nuevo hijo, a los pocos días se lo quitaron para comérselo, y a ella la ataron con un cordón de zapato desde una extremidad delantera a la trasera, en un barranco, impidiendo que se pudiera mover. El cordón, poco a poco se le fue incrustando en la carne, lo que le produjo una atrofia de la extremidad trasera. Además, al quitarle a su hijo, y no poder amamantarlo, tuvo una grave mastitis (inflamación de las mamas). Gracias a los vecinos de la zona, se pudo salvar y llegar a Fundación Santuario Gaia.
Siempre ha sido una cabra con mucho carácter y una de las que más llamaban la atención por la expresión de su cara, que nos hacía mucha gracia. A pesar de sufrir tanto por parte de los humanos, aprendió de nuevo a confiar y siempre se ha mostrado muy cariñosa con nosotros. Eso sí, era muy glotona y la comida para ella era un auténtico placer, seguramente por el hambre que había pasado.
Se nos va a hacer muy extraño no volver a verte con el resto de tu familia, con ese caminar tan particular que tenías y tu mirada tan expresiva. Nos queda el consuelo que tus últimos años han sido los mejores que se podían tener, siempre rodeada de cariño y de amor.
Adiós pequeña, ahora ya eres libre y podrás estar con los hijos que los humanos te quitamos para matarlos 
