Nuestra pequeña Panchita fue adoptada por Coque antes de crear el Santuario porque había sido encontrada herida en las vías de un tren.
Durante estos años ha sido muy feliz y le encantaba proteger a los habitantes del Santuario, con los que siempre se ha llevado muy bien.
Por desgracia hace un año se le detectó un tumor en el cerebro del que le operamos. Estuvo con tratamiento de quimioterapia pero se le volvió a reproducir, pero esta vez ya no era operable.
Panchita de repente se quedó rígida y la tuvimos que ayudar a marchar. En esos momentos tuvimos que ser muy fuertes porque queríamos que se fuera feliz, no queríamos que viviera una escena dramática, así que mientras la acaricíabamos y le decíamos lo mucho que la queríamos, ella nos dejó. Sus ojos no se apartaban de los de Ismael, unos momentos muy duros.
Panchita, todos los que formamos parte de Gaia te vamos a echar mucho de menos, te adorábamos y nos alegrabas los días. Corre, salta y disfruta allí donde estés ahora, con todos los que nos han dejado y que tú también cuidabas.
Por un mundo vegano
