El domingo tuvimos que ir al veterinario de urgencia con Soraya porque comenzó a encontrarse mal y estaba muy apática. En la visita veterinaria se vio que podía tener un problema digestivo. Estuvo toda la noche con suero intravenoso y medicación para estimular la rumia y así activar los movimientos intestinales.
En la mañana del lunes estaba peor, así que tuvo que ser intervenida de urgencia y al abrir el rumen se vio que había casi 2kg de comida sin digerir. Desde hacía tiempo ella tenía problemas para deglutir y teníamos que ser muy cuidadosos con su alimentación y ayudarla.
Aunque la cirugía fue un éxito, el pronóstico era muy grave, ya que tenía afectados el hígado y el riñón y neurológicamente estaba afectada.
En la noche del lunes al martes Soraya nos dejaba. Se fue de repente y sin dolor. Marchó rodeada de cariño, pero esa noche ya no pudimos dormir por el dolor que teníamos al haber perdido a nuestra niña, por la que estábamos luchando para que volviera a caminar y lo estábamos consiguiendo.
No hemos querido decir nada hasta ahora porque ayer tuvimos que salir de urgencia a rescatar al chivo abandonado, y queríamos guardar las pocas energías que nos quedaban en salvar una nueva vida que necesitaba nuestra ayuda.
Tu tiempo en el Santuario ha sido corto, y eso nos llena de mucha tristeza, tan pequeña y con tantos problemas…
AHORA CORRE PEQUEÑA, SALTA Y JUEGA, QUE UN DÍA TAMBIÉN LO HAREMOS JUNTO A TÍ Y JUNTO A TODOS LOS QUE UN DÍA SALVAMOS Y NOS ESTÁN ESPERANDO EN EL MISMO SITIO DONDE ESTÁS TÚ. TE QUEREMOS.