Hemos pasado unos días en los que no podíamos con nuestras almas, continuamente nos venían sus nombres a la mente. Nos han dejado dos de nuestros niños, Primavera y Tomás.
No teníamos fuerzas para contároslo y además queríamos hacerlo cuando tuviéramos el resultado de la necropsia, ya que han sido unas muertes inesperadas y no teníamos ninguna explicación.
Primavera apareció una mañana muy débil y a los pocos minutos murió mientras estábamos haciéndole la exploración veterinaria, no nos dio tiempo a actuar ni mucho menos a asimilar lo que había pasado. La necropsia ha revelado que tenía un tipo de parásito del que se le desparasitó, pero por lo que nos han explicado los especialistas, creó resistencia a pesar de que la pauta de desparasitación había sido correcta. Primavera ya de por sí era frágil por todo lo que había pasado, y no pudo superar esto.
De Tomás no nos han podido confirmar la causa de la muerte. Comenzó a encontrarse mal y a no poder respirar bien y al poco tiempo fallecía en nuestros brazos a pesar de todos nuestros esfuerzos por salvarlo. Puede que haya sido un timpanismo, pero no nos lo confirman.
Primavera fue una víctima a la que le cortaron parte de las cuatro extremidades y ahora que ya estaba recuperada y a salvo con toda una vida por delante, se ha marchado. Tomás fue víctima de la explotación ganadera, salvado de una granja donde estaba llena de cadáveres y animales muriendo.
Estos días estamos intentando sacar fuerzas de donde no las tenemos, intentando que los demás habitantes nos vean siempre con una sonrisa, pero realmente nos está costandomucho mantenernos fuertes. Estamos tan asustados con lo que ha pasado, que estamos haciendo pruebas a los habitantes del Santuario para actuar con este tipo de parásito que ha creado resistencia al tratamiento.
Primavera y Tomás, esperamos veros algún día cuando crucemos también ese arco iris en el que nos fundiremos en un gran abrazo y donde nunca nada ni nadie nos podrá separar.
Por un mundo vegano