Ayer realizamos la desparasitación de primavera de las 162 ovejas y cabras que viven en el Santuario. Las desparasitaciones siempre nos llevan mucho tiempo, ya que las hacemos de la manera más tranquila posible e intentando estresar lo mínimo a los animales.
Hay muchos que en cuanto nos ven con el material, ya se lo huelen y se esconden, como les sucede a los perros y gatos cuando van al veterinario o a los niños con el médico (y a los no tan niños ?). Pero Mischa, la cabrita marrón y blanca que nos mira con atención, se ha pasado todo el tiempo al lado de nosotros, siguiéndo todo el proceso, hasta parecía que nos quería ayudar, eso si, cuando le ha tocado su turno no estaba tan contento ?
En realidad todos se han portado muy bien y saben que es algo que hacemos para cuidarlos, un simple pinchacito y ya están protegidos unos cuantos meses ❤