Siempre las actuaciones veterinarias son estresantes para ellos, ya que cambiamos su rutina y ven movimientos que no son normales en su entorno. Es muy difícil el manejo en animales tan grandes y es necesario hacerlo en una manga, para poder realizarlo de manera correcta. Algunos de ellos, como Pedro, Macarena o Isaac, no tienen ningún temor y es muy fácil hacerlo. Están acostumbrados a nosotros desde que son pequeños y saben que nunca les haríamos daño, por eso se dejan hacer sin mucho problema. Pero es muy distinto en otras vacas como Tina, Francisca o Nuria, vacas que han venido de casos de maltrato y no confiaban para nada en los humanos. Lo bueno es que todos estos años que llevan en el Santuario, han recuperado un poco la confianza y cada vez se estresan menos. Al principio podíamos tardar toda una mañana para hacerlo, pero ahora en dos horas ya hemos acabado.
Es gratificante saber que el cuidado y el cariño constante que les damos, tiene su fruto y ya no se sienten amenazadas por los humanos. Al contrario, saben que estamos aquí para que a ellas nos les falte de nada. En este vídeo podéis ver la historia de las vacas de Boiro, que sobrevivieron a unas condiciones de maltrato inhumanas.