Llevamos unos días pasados por agua en Fundación Santuario Gaia y, como a todo el mundo, a los habitantes no les gusta mojarse mucho. Bueno, en realidad no a todos los habitantes, a las vacas y toros la lluvia realmente les da igual 
Al que con seguridad no le gusta es a Adriel, por eso le ponemos un chubasquero para que no se moje. Sí, sabemos que el chubasquero le va un poco grande, pero es lo que teníamos más a mano. Además, cumple su función a las mil maravillas y no hay que negar que Adriel está guapo, pero guapo 
La suerte de Adriel ha dado un giro de 180 grados. De estar destinado a morir en el matadero estas Navidades, a tener todos los cuidados y amor del mundo. Ojalá su historia llegue a mucha gente y así vean que no hay ninguna diferencia entre Adriel y los perros y gatos que forman parte de nuestra familia 
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