La hora de la siesta no la perdona nadie en el Santuario ?
Así nos encontramos a estos 3 hermosos seres, descansando plácidamente cuando más aprieta el calor. Dentro de su casa están fresquitos y tranquilos… hasta que llegamos nosotros ?
Cuando los vemos así, siempre pensamos lo confiados que son con nosotros. No se alteran para nada con nuestra presencia y pueden seguir relajados aunque estemos a su lado. Muy al contrario de lo que sucede en las granjas y explotaciones, que la presencia humana ya les pone en alerta. Los animales saben cuando son queridos y cuidados, y responden en consecuencia ❤️