Esta fotografía se hizo justo unos minutos antes de ayudar a Juana a marchar, después de que Ismael López Dobarganes y Coque Fernández Abella, los fundadores de Fundación Santuario Gaia, le quitaran el número de esclava que aún llevaba en sus orejas, ya que no querían que se fuera siendo un número, porque para ellos era su hija, por lo que han intentado todo por sacarla adelante. Como veis en la fotografía, nuestras caras lo dicen todo, y es que fue un momento tan duro, que aún no nos hemos repuesto, aunque sabemos que fue lo mejor para ella porque estaba sufriendo y no era calidad de vida.