Efraín es un amor, eso lo sabemos todos, pero no podemos dejar de mostrarlo. Él llegó junto con otras 12 cabras de una explotación de Lliçà d’Amunt, en Barcelona. Un caso de maltrato extremo en una explotación donde había cientos de cabras y ovejas viviendo en unas condiciones infrahumanas, rodeadas de basura, excrementos y cadáveres de sus compañeras. Algo, que por desgracia, es más común de lo que parece. Por suerte se pudo hacer el decomiso por las autoridades y 13 cabras (varias embarazadas) llegaron a Fundación Santuario Gaia.
Siempre nos ha sorprendido el carácter de Efraín. Mientras sus compañeras son muy miedosas y no confían en los humanos, desde el primer momento Efraín se ha mostrado así de cariñoso con nosotros. Nunca ha sentido temor y lo único que quiere es que le acariciemos y que estemos con él. Parece que sabe que está en un lugar a salvo y que nunca nadie le volverá a hacer daño. Los animales tienen una capacidad de perdonar de la que deberíamos aprender los animales humanos .