Ayer por la mañana Eire nos dejó, y parecía que sabía que era el día de voluntariado, porque esperó a que llegaran los voluntarios para poder despedirse de ellos. Una forma de agradecerles todo el trabajo y esfuerzo que realizan en el Santuario, viniendo llueva, nieve, haga frío o calor.
Eire era una galga de 14 años que fue adoptada por Coque Fernández, uno de los fundadores de Santuario Gaia, cuando fue abandonada con tan solo dos añitos por un cazador al no servir para la caza. Fue encontrada vagando por una carretera de Extremadura.
Durante 12 años ha tenido una vida muy feliz, la vida que merecía. Y claro que no servía para la caza, porque era todo bondad, nunca se ha llevado mal con ningún habitante del Santuario, y al igual que los demás perros que viven aquí, lo hacen junto a gallinas, patos, ocas, palomas, cerdos, ovejas, cabras, pavos, caballos y un toro. Ella sabía amar, y por eso mismo todos la queríamos tanto.
Hace dos día se puso enferma sin poder levantarse, así que la llevamos a urgencias para ver que le pasaba, y se vio que tenía un tumor bastante grande en uno de sus pulmones. La trajimos al Santuario para que muriera aquí, junto a su familia, en su sillón, del que ella era la dueña, donde se pasaba el día tumbada porque ya era muy mayor.
Hoy nos hemos levantado y te hemos buscado, porque has dejado un vacío muy grande en nuestros corazones. Queríamos verte correr de nuevo, con esos ataques de juventud que te daban de vez en cuando, porque eras feliz, muy feliz, y a nosotros nos hacía feliz verte así.
Te queremos princesa, y ayúdanos a seguir luchando por vosotros. Eire.