Cuando llegó Federico al Santuario con tan solo un día de vida, estábamos muy preocupados porque sabemos que con tan pocos días de vida es muy difícil sacarlo adelante. Pero aún así, a pesar de tener el corazón roto por las pérdidas de otros de nuestros niños, como la de Stefano que dejó a @Ismael López Dobarganes muy tocado porque tenía un vínculo muy fuerte con él desde que lo rescatamos, decidimos intentarlo.
Ismael y Robert han estado todo este tiempo cuidándolo en la casa en la que viven en el Santuario, entregando sus vidas totalmente. Como hacen los padres, sin dormir dando biberones por las noches.
Es cierto que Federico no para quieto y los tiene agotados, pero también les da esa felicidad que solo la conocen aquellos que dan la vida por otro, una felicidad que cura todas las heridas.
En este vídeo podéis ver lo feliz que es Federico, e Ismael, que cuando juega con él es otro niño ?
¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?
Con tu ayuda salvamos vidas
Por un mundo vegano