El miércoles vino al Santuario Arturo, el herrador, para arreglarle los cascos a la abuelita Victoria.
Ella tiene muchos problemas siempre en los cascos, y hay que arreglárselos muy a menudo.
Victoria fue rescatada de un feriante que la tuvo explotada durante años para que los niños montasen sobre ella, y cuando se hizo mayor la ató a un poste y la dejó abandonada.
En el Santuario está teniendo la vida que nunca imaginó, con sus dos amigas Paula y Lidia, que a pesar de tener ya 30 años, intenta llevar el ritmo de Paula, que no para quieta nunca.“¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?” color=”green”]• Por tan solo 1€ al mes puedes hacerte Teaming
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