A Jordina le encanta tumbarse en esta esquina del jardín, donde la hierba es más alta y así pasa desapercibida. Es un mecanismo de defensa que tienen innato, ya que así permanecen ocultos para los depredadores.
Si ves una cría de corzo en la montaña o en el bosque, lo mejor es no acercarse ni cogerla, ya que la madre la suele dejar escondida para su protección y ella estará cerca esperando que pase el peligro. Criar a un bebé de corzo en cautividad es sumamente difícil y muchos no sobreviven. “¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?” color=”green”]• Por tan solo 1€ al mes puedes hacerte Teaming
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