Lidia es una de las abuelitas del Santuario, nada menos que 34 años. Solo le gana Martina en edad, que tiene 40 añitos ☺️
Su vida, hasta llegar al Santuario hace casi 8 años, fue una pesadilla. La usaban como yegua de trabajo y cuando ya no servía para trabajar, la mandaban al matadero. Siempre ha tenido mucho miedo a los humanos y era muy difícil que nos dejara acercarnos, salvo cuando le poníamos la cabezada que se quedaba sumisa del todo, imaginamos que recordando todo lo que había pasado. Pero con los años se ha vuelto más cariñosa y confiada, y ahora todas las mañanas nos deja que la acompañemos para ir a los prados.
Nos produce una ternura infinita y mucha alegría saber que en los últimos años de su vida , ha conocido el amor y el respeto ❤️
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