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21 de enero de 2016

Entrevista a un vegano setentero, y voluntario de Santuario Gaia.

Me llamo Nicolás Arcos

Nací En Barcelona, aunque actualmente resido en Tona, una pequeña población cercana a Vic,  y hace seis meses que cumplí los 72.

1) ¿Hace cuánto que eres vegano?

No recuerdo exactamente la fecha, pero hace como unos cuatro años, más o menos.

2) ¿Qué fue lo que te llevó a cambiar?

La cosa empezó cuando mi hijo Daniel se juntó con Beth que en aquel momento era vegetariana; fue una sorpresa, no porque desconociera que hubieran personas que lo fueran, si no porque era la primera vez que tenía un contacto permanente con ellas.

Tenía una ligera idea de qué era lo que comían, pero la verdad es que fue entonces cuando vi que en la realidad yo no tenía ni idea. No se alimentaban solo de lechuga…..

Beth es muy inteligente y sabe meter el tema sin que te enteres y así fuimos teniendo algunas conversaciones en las que salía el tema del veganismo (curioso pues ella no lo era, aunque ya decía que se lo estaba planteando seriamente).

A consecuencia de esas charlas, la curiosidad me hizo investigar por internet, y así empecé a ver cosas que me hacían pensar. Me di cuenta que tanto la industria láctea como la cárnica, junto con la creencia de que lo que está establecido es lo correcto, nos inoculan en nuestras mentes desde nuestra infancia, criterios que yo ya empezaba a cuestionar.

Tengo grabado a fuego en mi cabeza un vídeo de, creo que eran unos zorros, despellejados, vivos, tirados en un barril, mirando a la cámara. Parecía que me estaban viendo y preguntándome por qué… y cada vez que me acuerdo, se me nublan los ojos. Al final tomé la decisión y hasta ahora.

3) ¿Hiciste el cambio enseguida o tuviste lo que muchos llaman transición?

Mi “transición” duró unos pocos meses. Muy pocos; creo que no más de tres. Tenía prisa. Una vez tomé la decisión ya no podía comer sin remordimientos nada de procedencia animal. Y solo lo hacía porque quería alimentarme con lo necesario hasta tener los suficientes conocimientos para suplirlos. Por suerte en internet hay profusa información (que por cierto hay que intentar depurar, ya que algunos te dan algunas ideas que decir que son absurdas es poco).

Afortunadamente ya estaba jubilado y por lo tanto tenía bastante tiempo para localizar la información necesaria. Eso de la “larga transición” que tiene mucha gente, al principio me costaba aceptarlo; no lo entendía. Si sabes que estás haciendo daño, ¿como puedes seguir?

Al final acabé aceptando que es mejor que cada cual siga su camino y llegue a buen puerto. Presionarles lo único que provoca es que esa persona desista y abandone el intento, con el consiguiente perjuicio para los animales.

4) ¿Te ha sido difícil adoptar otras costumbres en lo que es la alimentación?

Al principio un poco. Todo me lo hacía yo: el seitán, la leche de soja, el tofu, el tempeh… Y hasta que no encontré los blogs “adecuados”, no me salían precisamente muy sabrosos.

Como dato curioso, al principio de ser vegano, mis hijos me regalaron un viaje en globo en el que al final de la actividad íbamos a un restaurante en el que había comida habitual. Yo me llevé mi propio seitán  para que me lo hicieran a la plancha, y uno de mis compañeros de globo lo probó y dijo que no le parecía mal. Creo que con lo que sé ahora, fue muy benévolo. Era una suela de zapato. Más adelante, tuve una reunión familiar en la que nos reunimos todos los primos, y para esa ocasión me llevé tofu marinado en salsa de tomate. Quien lo probó le gustó, y sé que no fue por quedar bien. Es la diferencia entre estar bien adaptado o no.

5) ¿Que evaluación puedes hacer acerca de llevar una ética vegana ahora y la que llevabas antes?

A veces me siento frustrado de no haber sido capaz de ver antes lo que estaba ocurriendo y más cuando veo gente que es vegana mucho más joven que yo. Aparte de eso, veo que hay mucho camino por recorrer. Será más difícil de solucionar que por ejemplo la esclavitud o el derecho a voto de las mujeres. Si fue difícil en esos casos, en los que estaban involucrados seres humanos, más lo será con especies diferentes. Los humanos somos especistas por naturaleza. Va en nuestra cultura.

6) Respecto a la parte alimentaria, ¿has tenido algún problema de salud por “comer solo verdurita”?

En absoluto. Por precaución,  al primer año más o menos de empezar, me hice un análisis de sangre y todos los valores salieron casi mejor que antes. Desde entonces me lo hago anualmente. Es ya una costumbre. Y aunque problemas no he tenido, sí he de decir que he tenido beneficios. No me canso de comentar que antes de ser vegano, tenía un problema muy serio de estreñimiento. Iba al lavabo como máximo dos veces a la semana. En estos momentos no es raro que vaya dos veces el mismo día. Un cambio espectacular.

Aparte de que eso de comer “solo verdurita” es propio de los que desconocen totalmente las posibilidades que tenemos. Como yo antes, vamos.

7) ¿Cómo ha sido la respuesta y actitudes por parte de tu entorno, tanto familiar, como amistades frente a este cambio?

La parte más dura ha sido mi mujer. Aunque come muy poca cosa de procedencia animal, no es capaz de cambiar, y como se niega en redondo a hablar del tema y menos aún de ver reportajes o vídeos, pues es complicado.

Por parte de Beth, ni te cuento y de mis hijos muy favorable, hasta el punto de que en este momento mis dos hijos son veganos, y las parejas (Beth incluida), también. Mi hija sigue los pasos de su madre. Los comentarios de los que están fuera de mi entorno más directo, francamente no me afectan. Intento hacer una pequeña explicación, pero según sea la respuesta que perciba, paso del tema. En Tona asisto a unas clases de conversación en inglés y el año pasado, de común acuerdo con la profesora y el resto de alumnos, un día el tema de conversación fue el veganismo. Llevé, aparte de material gráfico y escrito, unas porciones en lonchas de queso, y otras porciones también de queso en taquitos. El reto era que me tenían que decir cuál de los dos quesos era de leche y cual vegetal. No se pusieron de acuerdo. Unos escogían las lonchas como de vaca y otros los taquitos. Cuando acabaron todos de dar su opinión, cogí un trozo de cada y me los comí. Entonces cayeron en la cuenta de que los dos tipos eran vegetales. Se quedaron sorprendidos.

Otro día llevé gambas al ajillo veganas junto con veganesa. Les dije que es que se las habían regalado a mi mujer y que a ella no les gustaba, así que se las ofrecía a ellos con la opción de probar, si querían, la veganesa (les dije lo que era). Cuando ya habían comido todos, hice lo mismo. Me comí la última gamba. Volvieron a quedarse a cuadros. Ahora ya no se fían si llevo algo….Aunque nunca me rechazan si les llevo tortilla de patatas vegana.

8) Sé que eres voluntario de Santuario Gaia, ¿cómo llegaste a participar de forma activa en ello?. Cuéntanos alguna  anécdota o sobre esta misma experiencia en un sitio tan particular y liberador para los animales.

Hubo una actividad en favor del Santuario al que acudí (igual que desde entonces asisto a todas las convocatorias de la Feria Vegana, de la cual soy habitual desde su segunda edición) y allí empecé a conocer lo que hacían. Me interesó, hice la solicitud y me admitieron. No se puede decir que vaya muy seguido, desde luego no tanto como quisiera, pero llevo con mi mujer 46 años.

No me siento con la suficiente moral para poner el Santuario por delante de ella. Al fin y al cabo, desde que nos casamos, y durante 42 años, yo era un empedernido comedor de carne y especista por naturaleza.

Al hacer la solicitud para entrar en el Santuario, me preguntaron en qué estaba especializado, si era carpintero, mecánico, fontanero, o qué es lo que yo podía hacer por los animales…. Bueno, yo he sido casi toda mi vida oficinista, así que les dije que lo que podía hacer mejor, era limpiar mierda para que los que tuvieran aquellas cualidades tuvieran tiempo para desarrollarlas.

La verdad es que el Santuario, para mí, aparte de ayudar a salvar la vida de algunos de ellos, es como una expiación por todo el mal que les he causado durante mi vida antes de ser vegano.

9) ¿Cómo notas al veganismo actualmente a cuando tú comenzaste? ¿Conocías algo antes, tenías prejuicios hacia él?

Antes de ser vegano, no tenía ni idea de que existiera esa opción, solo sabía de los vegetarianos. Y ni idea de a qué nivel se movían los que lo eran. Los prejuicios que tenía entonces, pues no recuerdo ya muy bien, no era un tema habitual de conversación, pero imagino que haría como la mayoría de la gente: tomarlo a broma.

Sí puedo comparar el desarrollo que he visto en el mundo del veganismo desde que me inicié. Hay más comercios, más establecimientos de hostelería, me llega más información sobre el tema…. creo que cada vez hay más gente que se conciencia.

10) Palabras finales o alguna pregunta que te gustaría te hubiese hecho.

Una vez fuimos mi mujer y yo a comer con mi hijo mayor y su pareja antes de que se hicieran veganos. Me hinché como un pavo cuando ante las pequeñas presiones que me hacia mi mujer (lo típico: pero si solo es un poquito…..), mi hijo me dijo que se sentía orgulloso de mi al ver que era coherente con lo que había empezado. Puede que fuera lo que al final le hizo cambiar.

Solo agradecerte la oportunidad que me ofreces para que mis comentarios le puedan servir a alguien para plantearse un cambio.

FUENTE: rebelionanimal

¿Cómo puedes ayudarnos?

O para cualquier duda puedes contactar en donar@santuariogaia.org 

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