Eros es uno de los cerdos más cariñosos que viven en el Santuario y uno de los más seductores, con una mirada que nos derrite. Él fue encontrado hace más de dos años solo en un bosque, siendo un bebé. Suponemos que se escapó de alguna granja o se cayó de algún camión que lo transportaba. Desde el primer momento ha sido un cerdito muy feliz y alegre. Se ha criado junto con Queenz y Gisela, que tienen más o menos la misma edad, y desde entonces son inseparables.