Son 50 toros y vacas los que viven en Fundación Santuario Gaia, y para poder atenderlos mejor, hemos tenido que contratar esta máquina para hacer un espacio llano grande y ensanchar el camino que va hacia el prado.
¿Y por qué hacemos esto? Porque esta es la zona donde hacemos que vengan cada anochecer a cenar y así controlar que todos están bien. Al ser tantas vacas y toros, se necesita tener u espacio grande donde puedan tumbarse tranquilamente para pasar la noche y también que pueda cenar en llano.
Algunas diréis que como es que pasan la noche al aire libre y no en un tejado, pero es que son vacas y toros, y aún teniendo un espacio donde pueden entrar y estar resguardadas, no entran porque a ellos les gusta estar al aire libre. Eso es diferente cuando son muy mayores, como pasaba con la abuelita Estrella, que vivía apartada con nosotros y por la noche dormía en un box, pero todo eso lo tenemos controlado cuando llega el momento.
Todos ellos vienen de historias graves de abandono, explotación o maltrato, y es por eso mismo que su vida aquí tiene que ser lo mejor posible, dándoles una buena calidad de vida, aunque salga caro, pero para eso estamos.