Durante 7 largos años estuvo Eulalia viviendo en un zulo, donde era alimentada con heces de gallinas. Llegó a Fundación Santuario Gaia muy delgada. Ella es la primera en levantarse y disfrutar de un día de nieve, y es que cuando has estado tantos años encerrada, valoras mucho más las pequeñas cosas que te da el tener libertad, y ella quiere vivir cada segundo de su vida, y lo disfruta al máximo.
En este vídeo también aparecen Eila, la última ternera que rescatamos. Guillem y Ramón son los jefes de la familia de cerdos, y como podéis ver, van a inspeccionar que todo esté bien.